samedi 15 octobre 2016

how to love a fake (yutub zinema)






Enseñé a las niñas lo que locos y enfermeros
y de las locas una mujer de Uganda me enseñaron
mear y poder vivir en el extremo del abandono
amar la marca del rosal, temblar de gozo, mojar todo

el poema debiera tener varias estrofas más,
 contando mis relaciones de pareja y quizás
 precisando más lo que pasó en el manicomio

Enseñé el pene y mi rostro maquillado de alga sombría
en un yutub de teatro escrito a medias con una dramaturga
y vivimos la miseria negra como si fuese un sacrificio
el coito incesante, la droga del cactus, la mentira

Me amenazó de muerte, o eso me dice la torsión
espasmódica de mi mente, y yo volví con Berthe

la relación con Berthe es el conjunto y la suma
de toda consideración de mi parte, el erotismo
está pintado y dibujado y ha permitido ser escrito todo
lo que yo vivir haya podido del arte

Terapias salvajes de una escritora andaluza
mezclas de medicamentos y desesperación
frecuentes peleas me llevaron a otra separación
y así fue ocurriendo cada vez en un tiempo

Trato de olvidarla para que crezca, como una joven
estatuilla egipcia larga y sencilla en su abstracción
fumando, dando clase y tomando el sol, andando derecha
gritando Gol cuando el talento femenino se demuestra
y los andaluces vibran con la tierra y dan fruto

A América Latina debo ser padre, soy el marino
o el emigrante que escuchó a las negras y las indias
hablarle de poesía nadaísta, de teatro y de influencias francesas
soy el fascinado de una pintora con el vientre abultado de vida
de una gran celebradora del misterio y de la risa, una chamana
yo sería aún elucubrante de la carta de la sacerdotisa
si no fuésemos ambos hermanos en el secreto del azar

Conocí a Rosa, expuse con ella pintura, fuimos amantes
dimos en la montaña juntos una conferencia a estudiantes
que nos insultaban no sin admirarse de oírnos y vernos
nos decían que éramos resentidos, resentidos de la Historia
y ella y yo reíamos volviendo en la noche por la carretera
y nos íbamos durmiendo el uno y el otro y todo fue eso

Andaba cortejando a Nadja pálida monumental y de pelo negro
sapiente judía argelina que creció en París y fue crítica literaria
cuando el poeta dandy y quijotesco que vive del aire en el Sacromonte
Alfredo Lombardo llegó acompañado de Berthe, la Zoe y la Lola
niñas aún jugaban con mi hijo en la vereda, y asomaban por la puerta
Yo no conocía a Berthe, a pesar de que éramos vecinos en el Albaicín
mi taller estaba a pocos metros de su estudio, un poco más elevado
frente a la Alhambra, pero yo de momento la escrutaba como una playa
lejana y salada, luminosa arena, a la que iba a llevarme la marea

A leona semejante la piel de bronce anaranjada y firme
y la escala de intenso placer por la que mis manos


iban ascendiendo en cada acto y cada cuadro

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