afrodisiacos

en estado mescalínico o pseudomescalínico, para lo cual
puede servir el hypéricum
una ligera anafrodisia, un estar cercano al cuerpo expiatorio de la presa
un sentimiento negro
la libertad con que habla el joven delante nuestro
nuestra ruina anunciada de no seres, de energía en flujo
y cómo la administración del mundo nos canaliza, nos orienta

El hipérico actúa a medio plazo, en los días que siguen a las tomas, como un extraño psicofármaco antipsicótico que operase como en carne viva, sin las garantías de la insensibilidad y el embrutecimiento de los neurolépticos. Es en definitiva una terapia de choque. Se aumenta la distancia entre la percepción (de detalle y de conjunto) y la voluntad (que se ve sometida a una prueba de fuerza, desposeída y confrontada con sus contradicciones) aunque empiezo a dudar si todos estos procesos químicos de depuración y purga no serán debidos también al amor a distancia con MARGARITA BOKUSU MINA que nos vemos sólo de forma incidental.

El hipérico actúa a medio plazo, en los días que siguen a las tomas, como un extraño psicofármaco antipsicótico que operase como en carne viva, sin las garantías de la insensibilidad y el embrutecimiento de los neurolépticos. Es en definitiva una terapia de choque. Se aumenta la distancia entre la percepción (de detalle y de conjunto) y la voluntad (que se ve sometida a una prueba de fuerza, desposeída y confrontada con sus contradicciones) aunque empiezo a dudar si todos estos procesos químicos de depuración y purga no serán debidos también al amor a  distancia con MARGARITA BOKUSU MINA que nos vemos sólo de forma incidental.

Las mujeres de mi edad, más se aproxima el misterio mayor es nuestra confusión. Sus maneras para lucir el trasero, la nalga desnuda o bien la falda. Poca huella deja el cuerpo en la mente si no intercede el dibujo, he cantado las delicias de los bozos y pelambres, de forma a afirmar fricativamente la decisión de la buscadora de orgasmos.

Un secreto manantial de surtidores.

Un arco.

Yo bajo su cuerpo me he depositado y mi color es azul, como azul es la carne de Shiva... ella danza sobre mi cuerpo pegado y levitando en su pubis, visión mágica de la diosa madre. Pariendo, expulsando niño y placenta, enteros. Y como una gallina embelesada de sí misma yo quedo extático delante de mis muchos escritos de estos años de cópula. En poco tiempo.